En la noche de visceras cobardes, con la opresión del pecho angustiado por los tiempos malos.... con el miedo que provoca la dialectica de Sabina y el trasnoche de funcionario publico: Pienso en la bailarina del microguiñol cosmico y vuelvo a vivir. Y es que tanto amor se transforma en vertigo, en esa energia capaz de volar diez torres de ultima generación o perdernos entre besos que salvaran al mundo.