domingo, octubre 21, 2012

Eloisa, la hoguera te espera

 

Por CZ


Y es que llegaste en minoría de edad, siendo mujer, lesbiana, sin militancia partidista, no confiando en la democracia, llamando a sabotearla, como una zanahoria filuda atravesando seniles años de una clase política agonizante.


Llegaste como vocera de los que no pretenden hacer carrera desde tomas, de los que no buscan cámaras ni entrevistas en Tolerancia 0, de los que no hablan con esa retórica dirigencial en vías de cuello y corbata. Apareciste sin la simpatía transversal de Boric ni la obediencia amaranto de Camila.

Tus argumentos libertarios, son vinculados a inmadurez, a tu historia familiar, a tu confusión de niña perdida en la vida. Así es como el statu quo suele atacar a los que se alejan de la vereda aristotélica, de los que rechazan las ofertas del monopolio gerontocrático y espantados se preguntan ¿Cómo tomar en serio a una pendeja que exige la abolición de aquel colador social llamado PSU o que define su lesbianismo como decisión política?

Apareciste como pingüina, recordando que el original sentido de vuestro movimiento es el NO al lucro. Pero ya vez, al estudiante nuevamente se le están otorgando dipironas con rebajas de créditos y ajustes que  terminarán favoreciendo a los mismos de siempre. Una vez más el reformismo es vendido como un proceso natural de la sana política, de países maduros y desarrollados. Por eso la bronca, por eso el grito lleno de rabia , por eso mear la celebración del arcoíris y escupir al leninismo criollo en su cara. Porque al igual que en el 2006,  de nuevo les traicionan,aprobando la tramposa reforma tributaria de la derecha.

Porque vuestro petitorio incluye el cambio cultural y devela a la educación chilena como guardería de país minero.  Un país de corto plazo, acostumbrado a crecer gracias al dinero fácil del cobre y del 11% de las pensiones de todos los chilenos. Vuestro petitorio es profundo, creativo, horizontal y hace sentido a la mayoría de la población. Esto asusta a los grupos económicos, al gobierno de Piñera y a los pepes grillos de Bachelet. Ellos acordaron invisibilizar vuestro movimiento, denostarlo, infiltrarlo en marchas. Ellos sedujeron al partido comunista y le convencieron de que era mejor parar las marchas y optar por cupos en alcaldías y  parlamento.

Llegaste representando a los hijos del Chile pos Pinochet, de los que no requieren invocar a los fantasmas de la dictadura, pues sus propios fantasmas son  la concertación y la derecha empresarial, con sus  desalojos y apaleos. Llegaste representando a la generación de los sin miedo, esos que no piden permiso, no huyen del conflicto y no anteceden el “señor” para enfrentar a algún  cincuentón de traje gris. Llegaste  proponiendo el NO voto como opción política, como opción de NO creer en un sistema que al final del día, ofrece más de lo mismo: Mantener la constitución milica y un modelo económico hiper privatizador. El que busque lo contrario, es un fumador de opio, ya lo dijo Escalona.

Y “Elo” , no podías llegar en mejor momento. Hoy la clase política no tiene aprobación ciudadana, ni el parlamento, ni la iglesia, ni la justicia. La institucionalidad no dio el ancho para satisfacer la armonía de una sociedad que pide menos jerarquía y más participación directa. Por eso que desafiar su orden, les resulta una patada en el suelo. Por eso que tu llamado a boicotear la próxima elección municipal, les aterra tanto.Para anularte, gestionaron cartas con cientos de firmas  jóvenes y hasta me llegué a enterar que la DC cuenta con juventudes, quienes también  criticaron  tu llamado.

Eloísa. Yo iré a votar el próximo domingo, lo haré para que no gane el candidato DC de mi ciudad. Es Hernán Pinto y me aterra que mi querido valpo vuelva a caer en sus manos. Creo útil votar en este caso.  Es mi opción política. Pero la tuya también lo es y tiene argumentos de sobra. No solo la respeto, la admiro. El no voto representa un castigo a una democracia mentirosa, donde solo gana el que cuenta con mayor financiamiento y el que se ahuacha en el regazo de un partido político tradicional. El NO voto representa una opción distinta de construcción, desde comunidades, asambleas y sin iluminados que terminen vendiendo el país y reprimiendo ciudadanos.

Sé que tu discurso suena como poema marciano en los sumisos rebaños neoliberales. Sé que tu insolente liderazgo, no te llevará a portada de la revista Time. Lo más probable, es que al igual que Juana de Arco, te violenten físicamente (  ya lo hizo carabineros), te desnuden, te vistan de hombre y busquen grabarte mientras de rabia e impotencia, te arrancas el cabello. Entonces, en transmisión en vivo para todo el país y bajo los cargos de hereje y apóstata, te quemarán en una hoguera de colores patrios, justo antes del prime reality nocturno.

jueves, octubre 18, 2012

Los Zombis regresan a valpo



Por Cristian Zúñiga

La próxima elección municipal será triste y gris para la ciudad de Valparaíso. En ella medirán fuerza dos viejas y oxidadas maquinas de la Alianza y Concertación. Maestro y alumno de un estilo clientelista, populista y mañoso para ejercer la política. Dos personajes que representan el hundimiento de la ciudad puerto en los últimos 22 años. Dos líderes sin credibilidad en esferas nacionales y con poco peso a la hora de influir en el ejecutivo.

La próxima elección municipal será un día nublado y poco motivante para Valparaíso. En este proceso podrán, potencialmente, participar una alta cantidad de nuevos votantes y en su mayoría menores de 35 años, quienes se encontrarán con un menú similar y repetido: sopa fría y en estado de putrefacción.

La próxima elección municipal de Valparaíso, tendrá a los candidatos alternativos atomizados y compitiendo sus pocos votos entre ellos, en vez de haberse puesto de acuerdo y concordado una primaria ciudadana abierta y donde el ganador, hubiese ido como candidato único a competir con real opción a los dos amigotes derecha-oposición.

La próxima elección municipal de Valparaíso, será un momento de acarreo a gente humilde. Bajadas y subidas de funcionarios municipales con miedo a perder sus pegas. Abuelitos y jubilados recordando la última oncecita cariñosa con el negro o don Hernán: “Ellos son de acá, no santiaguinos aparecidos”, comentará la barra brava de Pinto. “El negro es choro, lo he visto en la cancha, velorios y cumpleaños” replicará el fan club del actual edil.

Advertencia, cualquier argumento macizo sobre la nefasta administración de ambos políticos, puede ser contestada con una buena patada en la raja por parte de alguna activista de centro de madres o un macizo ex bailarín.

La próxima elección municipal de Valparaíso, será presenciada con pánico por la ex presidenta Bachelet. A ella, como emblema divino-concertacionista, no le quedó otra que sufrir el photoshopeo de Pinto, exhibido en micros, calles y publicidad de diarios. Gigantografias de Bachelet y el alcalde vinculado al caso Spiniak por las avenidas de Valparaíso. Del otro lado, la derecha es pragmática. Caballo ganador repite. Castro recurre a una foto encantadora, de galán mexicano y con una frase alusiva al mal menor “Buena Persona”. De seguro muchos, incluso los de izquierda, apelarán a este factor para terminar entregando su voto al edil UDI con tal de no permitir el regreso de Pinto y su maquinaria.

La próxima elección municipal de Valparaíso, nos dejará una sensación de infinita derrota. Las estadísticas dicen que en Pancho habitualmente gana la derecha y de seguro esta no será la excepción, pues sabemos que el candidato de la oposición no despierta motivación mayor en los potenciales nuevos votantes. La mayoría de los jóvenes aborrecen la figura de Pinto y solo se motivarán a regalarle dibujos obscenos en la papeleta de voto.

La próxima elección municipal de Valparaíso, será una derrota para el Chile del siglo XXI y no hará más que acrecentar la mala evaluación  ciudadana hacia la política y sus instituciones. Aquel día Valpo tendrá que elegir entre continuidad de una administración frágil, pobre, pero inofensiva. O el retorno de cadáveres políticos porteños que aparecerán cual zombis vencedores por las calles, dispuestos a comer humildes cerebros y a reinar por muchos años desde las cumbres de su putrefacto reino de basura. De usted depende.

Bielsa, Allende y los mismos de siempre


Por Cristian Zúñiga

Y es que Bielsa no ha muerto, se mantiene más vivo que nunca. No por sus resultados que al final del día lograron 0 copa. El rosarino simbolizó el cambio de mentalidad y actitud en un campo de juego. Por primera vez los protagonistas de la selección  no eran defensas, sino delanteros.

Pasábamos de la táctica del murciélago (todos colgados en el arco propio) a ser un avasallador equipo ofensivo que no se medía en ningún momento, ni aunque el rival fuera el mismísimo campeón del mundo.

Por primera vez la selección chilena exudaba rebeldía, no terminaba los partidos pidiendo cambio de camiseta a las figuras del cuadro rival y corría como si el mundo se fuera a terminar en ese mismo instante. Todos los chilenos nos sentíamos identificados con nuestro equipo y por supuesto, con aquel misterioso DT que había logrado el milagro de transformar a nuestros jugadores, que hasta ese entonces eran solo noticia de farándula o asuntos policiales, en craks deseados por los mejores equipos del mundo.

Con Bielsa daba lo mismo el resultado, sabíamos que el que fuera, iba a ser consecuencia de una entrega total del equipo. El pueblo reía, las camisetas rojas abundaban y muchos chilenos intentábamos aplicar el estilo del DT en nuestro quehacer diario. Si hasta sus interminables y no fáciles conferencias de prensa, eran seguidas con atención por nuestra gente. Un pueblo que no precisamente acostumbra a seguir largas pláticas.

En resumidas cuentas, lo que Bielsa logró o estaba logrando, era el tan ansiado cambio cultural del Chile pos Pinochet, transmitido desde un deporte hacia el resto de la sociedad. El ciudadano de a pie sentía que la materia prima estaba y solo faltaba un Bielsa que le supiera sacar rendimiento. El país entero tomaba actitud de pararse de igual a igual con peces gordos y no sentía miedo al que dirán. Las organizaciones y colectivos veían que la disciplina y consecuencia, generaban resultados y cambiaban la historia. Los locos se descubrían como genios y los conservadores como ratones.

Pero en Chile la esférica historia gira más rápido que en otras partes y nos lleva a finales repetidos una y otra vez. El cambio cultural de Bielsa asustó a los mediocres especuladores, quienes vieron en el rosarino, a una especie de Nazareno indómito capaz de  atacar sus invisibles sinagogas. Entonces no dudaron, una vez que obtuvieron el poder ejecutivo, en tomar como prioridad la salida del DT de la banca nacional. Aunque esto les significara bajar en las encuestas y ganarse el odio del pueblo. Para ellos el desprecio, se revierte con lucas. El cambio cultural, acababa con su imperio.

Fue así como Bielsa, al igual que Allende, terminó bombardeado por grupos económicos. Esta vez y dado el contexto, no utilizaron aviones ni tanques. Les bastó con la ANFP y un puñado de dirigentes malacatosos. El pueblo esperanzado y feliz, era devuelto a la gris dictadura del mal gusto. La historia se repetía, guardando las proporciones, pero coincidente con las acciones.

Quizás por eso es que Borghi y la actual selección, más allá del mal fútbol y resultados, no logran encantar. El pueblo no es tonto y sabe que  el actual cuerpo técnico  representa a Segovia, Jadue, Ruiz Tagle, Yuraszeck y Piñera, los mismos que sacaron a aquel loco que ofrecía la revolución.

Podrán pasar años, entrenadores, jugadores y resultados, pero nunca el pueblo olvidará el día en que los dueños del país, no conformes con robar pensiones, educación, salud, y recursos naturales , jodieron la felicidad de millones, al provocar la salida del hombre que en unos pocos años , intentó ir contra un ratón sistema de vida.
 

miércoles, octubre 03, 2012

El debate de los candidatos porteños ( o que la suerte nos acompañe)




Por Cristian Zúñiga

Estoy en Santiago, después de una ardua jornada en la capital, coordino un encuentro pos laboral con uno de mis mejores amigos. El hombre es periodista con pretensiones republicanas y me convoca al tradicional local la Unión Chica. A esa hora, la casa de gobierno y sus alrededores, son enrejados y solo queda un pasadizo abierto para entrar a ese local de poetas, viejos corredores de bolsa, abogados y periodistas de economía o política.

Lo primero que hago al entrar a este boliche, es compararlo con el porteño local Moneda de Oro. Mi amigo reclama que no joda, que no compare, que termine con mi chovinismo de puerto. Se suman más colegas de mi amigo a la mesa. Después de conversas, pelambres y análisis sesudos de la realidad que nunca cambiaremos desde nuestros cobardes sitiales de clase media subordinada, pasamos al comedor de aquel tradicional local para zamparnos unos sanguchotes. En eso estábamos, cuando de pronto en pantalla (en TVN) aparecen los candidatos a alcalde por Valparaíso protagonizando un debate transmitido para todo Chile.

El compañero Yuri y su traje de Che Guevara representando al PRI.  Pancho Marín y su bigote de Pancho Villa representando a (partido) Iguales. Carlos Jhonson y su traje de cantante del Cinzano, representando al partido Humanista. Jorge Castro y su increíble parecido a Pedro Mesone, representando a la derecha (Alianza). Jorge Bustos, el candidato portuario representando al PRO y Hernán Pinto (increíblemente resucitado por la concertación) representando a la Concertación más el PC.

Termina la presentación de los candidatos y mi amigo y sus amigos lanzan una carcajada desgarradora. Y no de borrachos, es más, hasta ese instante parecían más bien con migraña y mal humor. Pero el espectáculo de la TV era dantesco. O peor aún, el debate a ratos, se asimilaba a una película de entreguerras con enanos, freaks y demases o a un sketch de Morande con Compañía.
  
Era primera vez que me avergonzaba de ser porteño. Los tipos de la barra también reían. El cantinero también reía. A esa hora todo el bar santiaguino reía a carcajadas con el debate de los candidatos de Valparaíso. Ni el más surrealista de los directores de cine europeo hubiese logrado tal momento. Yo quería escapar. Qué iba a defender. Solo atinaba a decir que era lo que había y que la gente estaba presa de aquello. Las carcajadas continuaban estallando en mi cara.

Yuri hablaba de ollas comunes para mejorar la educación. Pancho Marín discurseaba al mejor estilo de Chávez, pero sin petróleo. Castro mostraba un grafico que parecía hecho por alumno de cuarto básico. Pinto con su risa picarona, decía que apoyaba a los estudiantes (habría que preguntarse de qué forma, replicó mi amigo). A esa hora solo Bustos y Johnson salvaban la noche.

Mi avergonzada cabeza ya no daba para analizar propuestas. Sabía que lo que ahí estaba ocurriendo, era también culpa mía. Es cómodo desde el Twitter o desde el Facebook. Otra cosa es con guitarra. Pero ¿quién se anima en este contexto? ¿Quién garantiza nuestra sanidad mental si es que optamos a participar de la política partidista porteña?

Y es que Valparaíso ha terminado transformándose en un pueblo delirante. Su imaginario de Nápoles sudaca a cooptado a la razón y lo que es peor, ha terminado por hacer de sus ciudadanos personajes de comic. Si hasta los quiltros adquieren perso. Eso es pulento me dirá usted, totalmente de acuerdo. Hasta maravilloso podría replicar yo. Pero cuando se trata de administrar más que el aseo y ornato…Cuando tienes educación, patrimonio, desarrollo económico, laboral y salud en manos de gente ida de lo real  o con prontuarios de grueso calibre, la cosa deja de ser simpática y se transforma en un peligro.

 Si fuera creyente terminaría con un “Dios nos pille confesados”. Pero como no lo soy ni por el lado, no me queda más que concluir con un “Que la suerte nos acompañe”.

martes, octubre 02, 2012

La vecina también es el enemigo



Por Cristian Zúñiga

Hoy es jueves, nublado como casi siempre en la costa. Es día de marchas. Los secundarios llamaron a una gran movilización por el no cierre de escuelas y liceos públicos. Viajo en un colectivo por el centro de Valparaíso. Veo como las fuerzas policiales despliegan sus carros (financiados por chilenos para reprimir  a chilenos) y los estudiantes caminan agrupados por las calles patrimoMiales, sosteniendo lienzos y carteles alusivos a sus demandas.

El viaje se ve interrumpido por un grupo de manifestantes. El cuarentón chofer lanza una onomatopeya ( Shaaaa!!!) de molestia y la cincuentona pasajera que iba a su lado dice “ Estos cabros de mierda lo único que hacen es reclamar, puro quieren que les den todo regalado”. De seguro ambas reacciones hubiesen recibido la simpatía de algún ministro de estado o sacarían micrófono de matinal TVN.

Pero esa reacción no solo se debe al apuro del chofer o la gruñeria de la señora. Esa reacción devela el espíritu del Chile de los últimos 38 años. El espíritu del sumiso peón deseoso de calles vacías y silenciosas por donde circulen ciudadanos cargados con bolsas de supermercados, autos enormes, pacos en cada esquina , jóvenes con trajes de oficina trabajando en el día y estudiando en la noche. El espíritu de un país donde las instituciones se hagan cargo de las consuetudinarias irresponsabilidades de los bárbaros. Un país de emprendedores preocupados de su propio culo.

Y es que el espíritu del chileno pos hacendal busca y busca pero no encuentra, pues sus expectativas están puestas en un infinito horizonte generado por publicistas. Por eso es que se frustra y despotrica. Porque el crédito es erótico y efímero como un gramo de cocaína y lo que es peor, deja una resaca de años. Porque el cartón de la educación superior no le trae riqueza ni sabiduría, solo deuda y estatus. Porque la casa propia es del banco y no venía con familia feliz incorporada. Porque la barriga mal alimentada aumenta, la papada afloja y los lindos de la noche ya no pescan.

La frustración del chileno de a pie es violenta, mucho más que las barricadas y los golpes a vitrinas de multitiendas. Es una violencia que no acepta la tranquilidad del que se entusiasma con ideas en vez de mercancías, ni del que piensa en colectivo y no en individual. O sea, no acepta al politizado. Se le trata de flojo (como la historia oficial lo ha hecho con el mapuche) ,chanta ( porque habla demasiado) inconforme, mal agradecido y por último, latero ( Conciliador = entretenido / Crítico = Fome).

El  chofer y la señora del colectivo son victimas de una matriz cultural perversa, configurada para producir individuos temerosos de sus pares y de todo lo que huela a relaciones horizontales. Ellos solo quieren mantener sus cadenas bien limpias, recibir el látigo aceitado y la huesera con cubierta de césped.

Ellos no se inmutarán si usted les dice que Chile es el país más privatizado del mundo con  la educación más cara del mundo (Más que USA, Japón e Israel) Ni  que el 11,6% de sus remuneraciones ( AFP) van a afirmar la bolsa de comercio y a convertirse en crédito para los grupos económicos. Capaz que ni se arruguen cuando les cuentes que el plan AUGE es una ruleta Rusa que cubre algunas enfermedades y otras no, o que la banca, en lo que va del año, ha obtenido las mismas utilidades que se esperan recaudar de la famosa reforma tributaria. A chofer y  pasajera, les dará lo mismo que el Litio de todos los chilenos, se  otorgue al yerno de pinochet y al hermano del actual ministro de minería.

Aunque suene fuerte reconocerlo, el enemigo no solo está en la cúspide de la pirámide. El enemigo también puede ser la vecina del frente o el popular chofer del coleto. Es cierto que son unas pobres víctimas. Hay que intentar despertarlos de su hipnosis. Pero cuidado,  así como pueden despertar, también pueden terminar contagiandote los virus más nocivos emanados desde un modelo con enfermedad terminal.

La revolución de las guarderías




Por Cristian Zúñiga

La imagen del día: carabineros de fuerzas especiales desalojando colegios en toma y un hiperventilado alcalde de Santiago, con el respaldo del gobierno, proponiendo ubicar a la fuerza pública de punto fijo en las afueras de  establecimientos educacionales para evitar futuras ocupaciones. El estado develando su terror hacia esos adolescentes con corbatas. Esos que hace rato despertaron y se organizaron para cuestionar un modelo no solo económico, sino que de vida.

Los pingüinos vuelven a desteñir sus plomos y grises uniformes con el colorido de la rebelde alegría. Una alegre rebeldía que no solamente busca las mejores condiciones para entrar a la U, no señor.  Para la mayoría de ellos, la U es un reducto aspiracional. Es la continuidad del lava-cerebros proporcionado por  el país de las materias primas, la especulación y el todopoderoso derecho: Mano de obra extractora, administradora o abogada del modelo. Como lo dijo la presidenta de la ACES, Eloísa Gonzáles (Comandante Zanahoria)“no queremos más PSU”. Los chicos ven a la Universidadcomo un bien suntuario, donde se busca el ascenso social a partir de carreras propuestas por  los dueños de esta multitienda llamada Chile.

Los pendejos se rebelan ante un modelo donde carpinteros, albañiles, pintores, zapateros, costureros, remenderos y oficios varios, continúan en el escalafón social del  “ pobrecito sin título”.  Porque el modelo sabe que el pueblo con oficios destruye al modelo. El pueblo con oficios se construye casas, las repara,  hace su ropa, arregla sus zapatos e imprime sus diarios. Entonces el centro de la república deja de ser el consumo. Por eso vale más maquillar la sumisa inutilidad del profesional chileno, con un grandilocuente cartón enmarcado en alguna cool y meritócrata pared de fonolita Easy, que joder el negocio de la producción en serie. 

Porque los estudiantes ya cacharon que en las universidades se enseñan las teorías de los que han diseñado el sistema de las desigualdades. Esos que estudian en USA, se las aprenden al dedillo y luego vuelven armando cátedras y pauteando a gobernantes de turno.

 Los estudiantes saben que el médico estudia para cumplir el sueño de la casa en Vitacura y el auto del año. 

Los estudiantes saben que el abogado aprenderá de memoria los versículos de la biblia portaliana. Los estudiantes saben que el profesor terminará como un frustrado gendarme de buen hablar y que el ingeniero buscará aniquilar ríos y extraer minerales para llenar bolsillos de transnacionales. Los estudiantes intuyen que la universidad, es el alma mater de un satánico Jaguar de hule Chino.

Y quizás Zalaquet( a quien Kramer deja como un bonachón tipo en su última película) tiene razón: Las tomas son focos de jolgorio y lujuria. El regimiento del mal saber convertido en un imperio de niños. Pero no de niños hambrientos buscando comerse unos a otros como en el señor de las moscas.  Sino que niños con ganas de gritar, crear, amar y desobedecer a sus mayores. 

Niños que quieren abolir la gerontocracia, el actual reinado de los viejos. Niños descubriendo que dios es como el viejito pascuero y que la existencia  no es más que un divertido misterio devenido del caos. Niños descubriendo las mentiras de los adultos.

Por eso es que los pingüinos resultan peligrosos, porque  pretenden emprender la revolución cultural, cuestionando el consumo y cobijando a la creación y solidaridad en sus corazones. Los pingüinos saben que los viejos llegaron al mirador de la madurez y optaron por las comodidades del statu quo,  convirtiéndose en melómanos de un casino en ruinas.

 Los pingüinos saben  que la educación chilena, no es más que una guardería neoliberal. Los pingüinos no quieren sostener más el coercitivo peso de la noche.  

miércoles, septiembre 26, 2012

Carta a Corredora de Propiedades a cargo de la venta Teatro Mauri





Estimada

 Soy un vecino del Teatro Mauri de Valparaíso y amante de mi ciudad. También soy un opositor férreo al sistema de mercado anárquico legado por la dictadura a nuestro país, donde el dinero y la especulación, importan más que dimensiones vitales de nuestra existencia como el desarrollo cultural, patrimonial y de recreación.

 Lamentablemente, hoy nuestro estado se encuentra secuestrado por este modelo impuesto a fuego y sangre y lo que es peor, la cultura de nuestro pueblo ha sido cooptada por espejismos como el " desarrollo económico" o " emprendimiento individual", que no han hecho más que suprimir las instancias colectivas y  han terminado por derrumbar espacios que fueron sostén de ideas y creación.

 En este contexto, es que nuestro Valparaíso ha sucumbido a estas olas de ambición, donde no se salva nadie. Ni nuestros íconos de cultura y patrimonio. Es así como el Teatro Mauri, espacio vecino a la casa más visitada del poeta Neruda ( y uno de los puntos más visitados por turistas extranjeros en Chile ) hoy se encuentra en venta, por decisión desesperada de una tradicional familia porteña.

Dada la privilegiada ubicación del teatro, no es raro que muy pronto ( si es que ya no está cocinado) alguna inmobiliaria se interese en comprarlo para echar abajo años de historia a cambio de un modernillo loft de 4 pisos que cobije la segunda o tercera casa de algún foráneo.

Escribo a usted, pues me he enterado de su pasado político. Un pasado de lucha por ideas de igualdad y fraternidad. También se de su presente laboral y entiendo ( aunque me cueste a ratos) que pega es pega y al final del día, es lo que nos permite sostenernos en esta realidad hiper numérica. Pero tengo la esperanza de que ud, al igual que nosotros, NO querrá que un espacio como el Teatro Mauri, termine, al igual que el difunto Club Valparaíso, convertido en un frío espacio pensado y diseñado desde y para el lucro.  

 De seguro al igual que yo, serán muchos los que le escriban solicitando lo mismo. Usted está a cargo de la venta de este espacio. Juéguesela para que este, quede en manos de alguien que quiera mantenerlo como un espacio para la cultura. Ojalá, también nos ayude a generar el lobby necesario, para que algún organismo del estado, pudiera hacerse de este espacio.


 De antemano, muchas gracias


                                                                                              Cristian Zúñiga Lucero
                                                                                             Ciudadano de Valparaíso

miércoles, abril 11, 2012

Hay que matar a los viejos (o el momento de los jóvenes y alocados)



Por Cristian Zúñiga
@planetazuniga

Nuestra política es la verdadera fuente de la juventud, donde se cuentan como jóvenes a señores de 50 o 55 años y el recambio o refresco toca la puerta no precisamente de veinteañeros. He visto como cada generación del 60,70 u 80 suelen prestarse ropa, ejercer complicidades y rejurarse lealtades con tal de mantenerse vigentes al timón del buque nacional. Cada generación exhibe sus logros, traumas y mañas de acuerdo a sus intereses. Cada generación dialoga con las otras de acuerdo a su conveniencia máxima: Conservar el status quo y bloquear el ingreso de la siempre indómita generación cachorra. Cada generación se aprovecha de la que viene desde abajo, la explota, humilla y luego exige de su cuidado, cuando próstata ni lucidez responden.

He visto como las G60, G 70 y G 80 acuerdan procesos y momentos. Los kamikazes que pactan con militares la transición, los pechos de palo adoptando al malparido modelo neoliberal, pieles de metal ensartados por aulas norteamericanas y los victimas de la guerra fría. Cada cual a su paso, pero todos en una misma pista de baile.

Da lo mismo si se trata de un momio que enrojece en la defensa de dios, la patria y el orden, un lolo-vejete de guayabera, chapitas de Allende y verborrea antitodo, o un progesista de sombrero, canabis, libertades económicas y sexuales. Al final del día, asumirán una misma bandera y remarán para el mismo lado. Dicho en sencillo, a ninguno de ellos les conviene un cambio cultural. El fin del modelo aristotélico. El derribamiento de la gerontocracia.

Los ritos sociales establecidos por los “adultos” hacia los jóvenes, son carreteras construidas desde la frustración, el miedo y un predecible modelo de formación, diversión, organización y coerción. Una sala de espera en un hospital roído, en la que se debe aguardar la llegada de arrugas y canas para tomar el timón de un barco ya encallado.

Quizás por esto es que los lozanos buscan refugios en los suyos, entre alocados y jóvenes que en sus rocosos y espinudos senderos paralelos, se escuchan con atención, respeto, cariño y sin autoritarismos ni corrupciones. Eso si, esquivando en todo momento las balas y piedrazos lanzados desde la ruta del adultocentrismo. En eso se puede pasar la vida, esquivando dogmas y buscando rutas alternativas, entonces ser joven deja de estar definido por un parámetro del “instituto de la juventud”. Es una opción de vida. Una postura. Una ideología.

Porque son los profesores que enturbian el alma, los padres castradores, los adoradores de conductos regulares, ahorradores del futuro, magdalenas del pasado y por sobre todo, esclavos de la muerte, quienes temerosos de lo desconocido y de sus inconcientes, establecen leyes aniquiladoras del placer.

Los viejos llegan al mirador de la vida con miedo, sin el arrojo de quien huele que después de esta realidad, viene la nada.

Importante es que en cada lucha y en todo discurso se considere este punto, asumiendo que la gran batalla, es generacional. Asumiendo que nuestra ascendencia es una rata de laboratorio y nuestra descendencia, el soñar de una rata de laboratorio.

En momentos de incertidumbre, prostitución política y religiones agonizantes, es cuando más se requieren inquietos, curiosos, desvergonzados, incrédulos y lenguas rápidas: jóvenes y alocados. Los viejos construyeron la historia desde su triunfo de dolor, aburrimiento y tristeza infinita. Los jóvenes son la salvación. Hay que matar a los viejos.

lunes, abril 09, 2012



Por Cristian Zúñiga

Valparaíso se quema, se vende, se arrienda, se oxida, se pudre, se jode. Valparaíso es el joven-viejo que aún vive del nostálgico recuerdo de aquella borrachera de principios del siglo XX, repleta de marineros, prostitutas, europeos y comerciantes. Valparaíso es el eterno joven mantenido por el padre. “Valparaíso me aplasta”, cantan los despechados. “Valparaíso se extraña hasta llorar”, exclaman los exiliados del hambre.
En Valparaíso se pintan fachadas, pero no se regularizan instalaciones eléctricas, cornisas o maderas putrefactas. Valparaíso es Avsolomovich, Murillo, Tiqui-Tiqui, el Gordo, el Negro o el CORE amado por todos los anteriores. En Valparaíso lo único que no se quema, es el negocio de la basura, pues la basura es un tema. Y como todo buen tema se paga a buen precio, y a veces, se cobra por caja en bolsas de basura. Valparaíso y su justicia desvendada (véase monumento en plaza de la Justicia) .
Valpo se debate entre puerto o mall, cemento o tierra. Como sea, la desesperación nubla la vista y da paso a la urgencia facilona con sus apuestas “cementísticas” de arquitectos derrotados. En Valpo los eufemismos son espíritus burlones: basta de tonteras, la Feria de las Pulgas, es feria del despojo, donde el primer y segundo quintil ofrece a grito pelao sus rastrojos.
Valpo museo, Valpo prostíbulo, Valpo cesante, Valpo mal educado, Valpo perdido. Porque tu piedra fundacional debe andar extraviada en algún escrito de prostituta del siete espejos. Por ahora, te reconstruyen a ritmo kitch y pachanguero. Fiesta, fiesta, fiesta, si te quieres salvar, huid cuanto antes.
La madrugada del jueves recién pasado, el fuego destruyó nuevamente un edificio patrimonial. Esta vez la llama tocó al emblemático IPA, refugio de la cultura popular porteña (esa que no se piensa ni hace para snobs ni turistas) y punto de encuentro de porteños no hipnotizados por batucadas ni changalangismos varios. El fuego vuelve a castigar al puerto remolón y si no es el fuego, serán las termitas.
No me pidan optimismo, no me pidan propuestas, hoy no me pidan coherencias. El dolor no se disfraza, la rabia no se contiene. Basta de saltimbanquis del fracaso, las cosas como son: la ciudad se cae a pedazos. Si hasta el patrono poeta amaba a Valpo con versos ofensos: “Que disparate eres, que loco, puerto loco, que cabeza con cerros, desgreñada, no acabas de peinarte, nunca tuviste tiempo de vestirte… siempre te sorprendió la vida, te despertó la muerte en camisa, en largos calzoncillos”.