miércoles, abril 21, 2010
A lo mejor resulta mejor así.
Por Zúñiga
Los mayas y los creyentes en la segunda venida de cristo coinciden en fechas sobre el fin de la tierra. Se supone que este debería suceder en los próximos 15 meses. Verdad o ficción, lo cierto es que las últimas manifestaciones de la tierra han dado para sospechar de estas predicciones hechas desde el sostén de lo divino.
Nuestro lado racional podría argumentar que los últimos episodios de cataclismos, erupciones y bruscos deshielamientos son consecuencia de la despiadada mano del hombre, metida en las mismísimas vísceras de la tierra en busca de petróleo, diamantes, minerales o generadora de productos que han hecho mutar las capas sagradas de nuestro planeta. Sumado a lo anterior, agreguemos el desenfrenado aumento en las tasas de natalidad experimentado desde mediados del siglo pasado a la fecha. Al parecer la tierra no da para cobijar a tanto espécimen con vocación depredadora.
Y nuestro lado metafísico, ese que no se contenta con una sola vida o que no se convence de que todo esto es una casualidad caótica, sino que por el contrario, busca una explicación divina, salida de alguna historieta escrita por algún drogón retórico de hace dos mil años atrás. Ese cobarde lado nos tienta a vivir con algo de incertidumbre estos próximos meses, pues hasta el más racional de los hijos de la era tecnológica podría tambalear si desde el cielo se asomará algún as de fuego ( véase el capitulo en que Lisa Simpson comienza a rezar mientras ve descender desde un monte una imagen sagrada)
Sean razones fundadas en lo científico o en lo mágico, lo cierto es que algo pasa y algo pasará. Algún escéptico podría con razón decir que el humano desde siempre ha estado esperando el fin de la tierra o la extinción de nuestra especie. Pero los escépticos son seres aburridos y con vidas de mierda.
Prefiero creer que esto va llegando a su fin. Prefiero creer que las erupciones volcánicas nos volarán la raja con mega temblores e inundaciones. Prefiero creer que nos veremos sentenciados por una erupción solar, haciendo realidad el mejor guión hollywoodense. Entonces veremos desde nuestros plasmas, notebook o iphone a Soledad Onetto en vivo , con voz tiritona y lágrimas en sus blancas y tontas mejillas, despedirse del mundo, Chile y su familia con un padre nuestro, mientras nosotros receptores, atónitos clamamos perdón a quién sea, por ser parte de la generación maldita, la última de todas.
Quizás en ese estado de partida es que nos hallemos felices, fuera de trancas y miedos. Reconociéndonos frágiles como una hormiga y con los días contados como un enfermo Terminal. Entonces veremos la realidad que hemos construido sin los lentes elaborados por instituciones inocuas. Entonces aboliremos la propiedad privada, saquearemos sin remordimientos, cancelaremos fronteras y escupiremos gobiernos y gobernantes. Entonces volveremos a ser animales salvajes a punto de desaparecer.
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1 comentario:
ja! buen texto, y para que decir del blog, salutes!!!!
nos leemos
*--*
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