El viernes recién pasado vi a Entrekalles en el bar La Cantera de Valpo. Una banda que no veía desde los noventa y que marcó a muchos con su disco “ El carnaval de las bestias”. A mi juicio esta banda junto a supersordo son las únicas (shilenas) hasta ahora, capaces desde el rock, de perturbar y desequilibrar los sentidos de manera verdadera.En el concierto divisé a muchos hijos de los noventas, los que quizás, sin haberse dado cuenta que el rock ya pasó la barrera de los 60 y ahora sólo queda el irreparable camino hacia el recuerdo de lo que se fue, insisten con ritmo cancino en las mediocres y predecibles canciones de zombies funcionales.
No sentí ganas de entrar en un pogo, ni energías para imaginar una atmósfera entregada por las líricas y decibeles de la banda, y eso habla bien de mi. Me asusté con esos muertos vivos que bailaban un pogo latigudo como queriendo mostrar sus derrotadas existencias a garras de la no-ideología de los 90.
El Rock me comienza a apestar, el rock es un abuelo huraño que vive contando historias de juventud desde un refugio donde es mimado gracias a su estilo “ pintoresco y buena onda” . El Rock no es más que una postal de los 70.
2 comentarios:
zuñiga
lo que sientes, se llama "burguesia"
tu proximo paso es 5 norte con 4 poniente
ahi esta la verdadera locura que buscas...
Anteayer, caminando por pleno centro de Santiago vi una plantilla, con unas estupendas letras goticas que decía "Rock sucks".
el tema da para bastante, pero es bueno notarlo. Hace años, mi amiga Marión me invitaba regularmente a sus tocatas, Nunca fui. Tuve lo mío a finales de los 80 y en los noventa y hoy no iría a dar jugo a cambio de que me dieran pena. No necesito la libertad de consumir rock. Qué buena ilustración la del posteo.YEEAAAAHHHH!!!!
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